Qué día tan extraño compañero, estaba censando de la mejor manera, la gente me abrió las puertas de su casa y me ofrecieron de todo. Contra todos los pronósticos la jornada del censo fue espectacular. Me daba vueltas en la cabeza escribir algo de esto, destacar la participación y la buena onda que tenía la gente, pero me fue imposible.
Me sorprendió la madrugada puteando contra el televisor como tantas otras veces, con un vacío muy grande, con rabia e impotencia.
Como me ha pasado otras veces, me quedo sin palabras ante la muerte, no se si es cobardía, respeto o qué mierda es, pero me pasa. Me pasa también que creo que uno no se termina de morir si no lo olvidan, si continuan luchando por lo que él luchó. Es justo en ese momento donde intento pasar la saranda y quedarme con algo que me de fuerzas suficientes para seguir como sea. De todos los que vi pasar y escuché, que fueron muchos y en estos días serán muchos más, no tengo dudas, me quedó la voz entrecortada de tanto llorar de una mina que se jugó la vida varias veces y sin duda lo va a seguir haciendo, me quedo con las palabras sin cassette de Milagro Sala: "Fue el tipo que le devolvió la sonrisa y la esperanza a los pobres, vengo a dar mi apoyo, hoy más que nunca a muerte con Cristina". Abrazo grande.
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